Sugerida por: Vanesa Bisignano, Patricio Ciechanowsky y Hernán Bruschi
Traigo una rosa en mis manos
para mi amada, para mi amada;
hoy ha quedado dormida,
como quisiera yo despertarla.
Quizás sienta mucho frío
y yo no puedo hacer nada,
cómo quisiera en mis brazos poder cobijarla.
Hoy he quedado tan solo
con mi chiquito, con mi chiquito;
él me pregunta seguido
dónde se ha ido, dónde se ha ido;
¿qué está pasando papito
que ya no está más conmigo?
¿Por qué no viene mamita tan sólo un ratito?
Dios bajala
de esa estrella donde vive su mamá
solamente dos minutos nada más;
si no viene mi chiquito llorará
Dios bajala…
Es dificil para mí la realidad;
yo no sé cómo decirle la verdad,
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